martes, 19 de noviembre de 2013

Día 8: Pon un hashtag en tu vida.

Lo de los nombrecitos de Tururiter (así no me suena que sea) ya empieza a ser recochineo. No les basta con poner las cosas en angloparlante que, además, lo hacen de forma tan concienzuda que es casi imposible adivinar por dónde van los tiros. Hoy he estado viendo por la tele que algo relacionado con alguien ha sido Trending Topic mundial durante un buen rato. Movido por la curiosidad he llamado a mi informático de guardia, a Sandro Rey y al 1004 para que me dieran información al respecto y, tras diversas explicaciones, he llegado a tener un poco claro el asunto.

Por lo que se ve, la confusión en los tuits es tal que, cuando se quieren agrupar en temas se les añade una etiqueta pero, claro, no podían llamarla "etiqueta", no vaya a ser que alguien se confundiera y pensara que se trata de una etiqueta así que se decidió dejar el término como en Inglés: hashtag. Cuando pronuncio esto tengo la impresión de que algo se me ha quedado adherido a las paredes de mi garganta y lo estoy sacando con la fuerza gutural de un coloso. Lo que vulgarmente se conoce como un "pollo" y, sinceramente, aquí no veo el glamour por ningún lado, suena casi germánico si lo pronuncias con cierta vehemencia.

En fin, que me he encontrado con que, según parece, si pones una almohadilla (#), yo siempre la he llamado el cuadradito con las líneas p'afuera, delante de un texto, automáticamente la palabra que hay detrás se convierte en un tema, en una etiqueta y si otro utiliza el mismo hashtag pues los mensajes se juntan como hormiguitas formando un bello mosaico de tuits y avatares. Vamos, que con esto han descubierto las carpetas clasificadoras y los post-it cybernéticos como quien descubre la pólvora.

A lo que se ve, si una etiqueta de esta es muy usada y mucha gente hace tuits con ella llega a ser Trendig Topic, o sea, famosa, supongo que con su firma de autógrafos, su photocall y demás parafernalia que suele acompañar al famoseo. Es como una lista de popularidad pero en la red y debe ser la leche porque en la tele exhiben con orgullo cuando algo de lo que ellos hacen llega a tan alto honor. Supongo que también conllevará una gran remuneración visto cómo lo agradecen los chiquillos.

Sabedor de estas cosas, he observado que hay una ventanita donde aparecen los TT (que no es la abreviatura de ombligo como cabría pensarse sino de los temas estrella) de cada momento. Cuál es mi sorpresa cuando veo reaparecer al Justiniano Bieber ese, feliz martes, empleo y España entre ellos. No acabo de entender la relación entre todo esto pero por algo estarán ahí juntitos. Eso sí, hay hashtags de todo tipo y se suponne que incentivan la participación de la gente. Los de "ErotizaUn..." son muy recurrentes y despiertan la chispa y gracejo del personal, aplicando zonas erógenas y motivos sexuales a cualquier película, canción, pueblo, nombre... Me doy cuenta de que algunos escriben el hashtag con varias palabras juntitas pero ponen mayúscula al principio de cada palabra para que se lea mejor y a otros les da igual eso porque al final todo lo revuelve Tuiltre (mmm... no, así tampoco) con su inmesan sabiduría. Lo cierto es que este descubrimiento me empuja a crear un hashtag, me apetece mucho hacerlo, quiero ser famoso gracias a mi etiqueta graciosa y generadora de nuevos tuits.

Embebido en mi sed creadora (bebido... sed.. uyy que el subconsciente me está diciendo algo), me lanzo a poner un hashtag para ver si la gente quiere participar y escribo "#ParaQuePacoPuedaPorElCuloDebería" y lo dejo ahí, para que la gente se anime esperando que pronto sea TT mundial, o español al menos.

Dos horas después, en el apartado de mi hashtag no hay más que mi sencillita aportación. Es un nuevo fracaso en mi relación con esta red que cada día se me hace más cuesta arriba.

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