jueves, 26 de febrero de 2015

Día 579: Plantillas a troche y moche.

Intrigado me dejó el informático con eso de los tuits plantilla por lo que, en un arranque de humilde ignorancia propio de las grandes mentes que perlan la Historia del Pensamiento, he decidido ir a que me explique de qué diantres estaba hablando.

Como no quería parecer un ignorante absoluto, no he entrado en el departamento de informática preguntando: "¿Qué narices es eso de un tuit plantilla?" y he optado por iniciar la conversación con una pregunta que pudiera hacerles creer a los simpáticos gafapasta esos que sabía por dónde me daba el aire. Así que les he espetado: "¿Y vosotros los tuits plantillas los usais para pronadores o supinadores?" La carcajada me ha hecho sospechar que, tal vez, había alguna lagunilla en mi elaborado plan para aparentar saber qué terreno pisaba.Entre lágrimas y toses, los alegres muchachos de los megas y los teras me ha explicado, al fin, a qué diantres se refieren cuando te sueltan lo de las plantillas y, a juzgar por sus palabras, poco o nada tiene que ver con el pie, sus formas, su huella o sus olores.

Por lo que se ve, un tuit plantilla es cualquier frase, diálogo o expresión susceptible de, con las convenientes modificaciones, producir un hilarante tuit que haga las delicias de cuantos se asoman a bajo las alas del pajarito azul.

He abierto un rato Tutwier (no, definitivamente así no es) y me he dedicado a buscar esos afamados tuits plantilla y, la verdad, la decepción ha sido mayúscula.

Pensaba que había cientos y cientos de escritores con sus libros bajo el brazo y resulta que no deben ser tantos, pensaba que, al fin, Íñigo Montoya estaba a punto de vengar la muerte de su padre pero he descubierto que ni todos los que se autoproclaman Montoya ostentan tal apellido, ni la tan esperada venganza está tan próxima como esperábamos con confiada alegría. Cientos de miles de "te quiero" obtienen respuestas que, por lo visto, no están basadas en hechos reales lo cual es una auténtica desilusión pues ya iba yo a preguntarle a uno si su historia de amor había fructificado después de recibir por respuesta a su requiebro de amor un "su tabaco, gracias". He de reconocer que lo de "Dadme un punto de apoyo que llevo ya doce gin-tonics" muy a Arquímedes no me sonaba pero como no me sé al dedillo la vida de tal personaje a lo mejor el hombre le daba bien al bebercio y la traducción ha sido actualizada para ser entendible en la actualidad. Pero no, tan falso esto como todo lo demás. Desilusión tras desilusión me ha pasado como al pobre Lázaro cuando despertó de su inocencia a golpes contra la piedra. Todo es una falsedad tras otra aprovechando un diálogo de una película o una frase conocida de cualquier libro o filósofo.

Una cosa que sí he observado es que, por lo general, ciertos tuits plantillas pueden darte pistas de lo que pasa alrededor. Si ves que hay mil o dos mil que empiezan diciendo "Me llamo Máximo Décimo Meridio, comandante de los ejercitos del norte..." ya puedes sospechar que, en algún canal de la tele están poniendo Gladiator o, si te sueltan una retahíla de nombrecitos para rebautizar el aeropuerto de Madrid, ve buscando entre las esquelas que algún famoso ha pasado a mejor vida. Porque otra cosa no, pero los tuiteros saben exprimir cada oportunidad que les brinda la vida para sacar a relucir su gran agudeza, saben exprimir la vida y sacarle el jugo para confirmarte, en cientos de tuits, que si la vida te da limones puedes poner una frutería.

Decidido a sacar algo de provecho, me decido a escribir al dictado de los tuits plantilla. Tres horas de pensamiento profundo y cara de estreñimiento no me han permitido hacerlo aun pero no pierdo la esperanza, mañana se me ocurrirá alguno y, por fin, me lanzaré a recoger las mieles de los followers que, en multitud abrumadora, se agolparán tras mi cuenta. O eso o me daré contra un muro, que es lo más probable.

martes, 10 de febrero de 2015

Día 569: (¿He dicho 69 mmmm?) Antología de grandes escritores.

Una de los grandes descubrimientos que he hecho en Tuinter (pues va a ser que no es así como se escribe) es que existe toda una pléyade infinita de escritores que cuentan con infinitos libros publicados. Es frecuente encontrarse con un tuit que comienza con las palabras mágicas "En mi libro..." para ofrecernos a continuación su título y, cómo no, un brevísimo resumen del contenido que él se nos ofrece cual perlas de sabiduría puestas en negro sobre blanco.

Lo cierto es que los libros despertaron mi interés el día que me dijeron que son como un conjunto de muchos tuits puestos unos detrás de otros e, incluso, contando una historia completita con personajes y todo. Mira tú cómo llega uno a enterarse que Cervantes era capaz de tuitear mucho y siendo manco. El ver la retahíla de títulos y temas que se despliegan por mi pantalla del móvil me ha descubierto la gran cultura que se esconde bajo la aparente banalidad del pajarito azul.

El primero que me ha despertado curiosidad es uno titulado "El arte de concretar" en el que, según explica su autor, "se enseñan muchas cosas". A partir de ahí, todo ha sido un frenético apuntarme una lista con cada título que se me presentaba en los diferentes tuits. En media hora he recopilado unos treinta y siete títulos y, a falta de autor reconocible, he apuntado los nicks de los usuarios que han hablado de sus libros. Con esa lista ha comenzado mi labor de investigación.

Tres horas he navegado por páginas como Amazon, La Casa del Libro, El Librero Online, Libros a Troche y Moche, Descargalibros, El Templo del Placer, El Anaquel de la Abuela, Zorritas en tu Barrio, Youporn, Series Horse Luis, Biblioteca Nacional, Jovencitas Expertas, Todocoches, Todolibros, Todoseries, Todotodo y Anal Intruder (no preguntéis cómo he llegado a esta ni lo que he encontrado, por favor). Tres horas que me han llevado a las siguientes conclusiones:
  • Los libros de los tuiteros son más difíciles de encontrar en la red que en la casa de Gran Hermano Vip.
  • Si pulsas al azar cualquier parte de una página cualquiera de Internet, tienes un 109% de posibilidades de que se te abra una página porno.
  • Los libros que te sugieren como "semejantes a tu búsqueda" en las páginas donde venden libros se parecen a los que tú buscas lo mismo que un berberecho a la torre Eiffel.
  • El uso prolongado de internet puede producir sobrecalentamiento, así en general.
Dado el fracaso experimentado en la red en la que todo se puede encontrar menos lo que buscas, me decido por recurrir a medidas drásticas. A grandes problemas, grandes soluciones.

Lo cierto es que la cara que ha puesto la jovencita que atiende en Santos Ochoa cuando ha visto títulos como "De la hostia que te meto vas a bailar sardanas sin descanso" o "Cienmil formas de que tu suegra se suicide sin que parezca asesinato" ha empeorado sobremanera cuando ha visto los nicks de los supuestos autores "Huevipollo", "Arthur Gromenauer" o "Coño Excelsior" (este es mi nick favorito, por cierto). Tras teclear uno a uno los títulos en su ordenador, ha concluido que esos libros no existen o, por lo menos, no los tienen en existencias. Me asombra que una vendedora de unos 18 años, a la que se le ve una carrera como librera de altura, no sea capaz de encontrar ninguno de los libros que le propongo.

Estando en la librería ha entrado uno de los informáticos del trabajo y, al verme refunfuñando ante la dependienta, se ha interesado por mi caso y, cuando le he explicado lo sucedido, ha soltado una carcajada estruendosa, casi se atraganta tres veces y me ha dado una palmada en el hombro que me ha dejado torcido hasta el fin de la legislatura. Después me ha explicado que esos libros son inexistentes que sólo son tuits plantilla.

Para no ahondar en mi bochorno, no le he querido decir que no tenía ni idea de qué diantres me estaba hablando pero algo ha debido ver en mi expresión que le ha hecho sospechar de mi ignorancia porque ha vuelto a reírse como un poseso (algún día se las devolveré todas juntas) y me ha dicho que explicará de qué va eso de las plantillas.

Por hoy no he querido sentirme más humillado por lo que me he retirado alegando tener prisa, me he escondido en mi casa y me he planteado tirar el móvil por la ventana (algo que no he hecho porque mi buena pasta me costó que si no...).