martes, 26 de noviembre de 2013

Día 14. Abriendo el círculo.

Por fin me he decidido. Me he dado cuenta de que marear la perdiz a lo único que me conduce es que la perdiz me acabe vomitando y, aunque la pajaritología no sea lo mío, supongo que no debe ser una experiencia agradable. Así que he optado por tuitear, así, sin leer demasiado, a lo loco, dejándome llevar a ver qué sucede.

Como mi gran número de seguidores en realidad se restringe a la hueva, he creído oportuno empezar a hacerlo usando eso que conocí hace días y que tiene nombre es estornudo en alemán. Sí, hombre, eso de la almohadilla delante: el hashtag porque sé que, quien le dé por pinchar en el nombrecito elegido podrá ver mis mensajes aunque no me siga ni de lejos.

He optado, en primer lugar, por crear uno propio y, tras comprobar en 148 intentos, que ya estaban pillados los que se me iban ocurriendo, por fin he dado con uno que, al parecer, no había sido usado antes por nadie. He intentado que se vea mi predisposición a hacer amistades y, con la esperanza de lograr mis objetivos lo lanzo al mar del Tiutwer (mierda) como si de una botella con un mensaje de náufrago se tratara:
#HolaVoyAPonerCosasParaQueMeConozcáisQueSoyNuevoEnEstoDeTuitearYNoTengoMuchosSeguidoresPorMásQueMeEmpeñoEnConseguirMuchosDeUnaRepajoleraVez

Emocionado por este pequeño paso que, esperaba, me iba a granjear el afecto de cuantos lo buscasen en las Tendencias esas, he ido a probar a escribir un segundo tuit usando el mismo HT (que se así es como lo abrevian lo tuiteros de pro). Ha sido desagradable comprobar que, tras introducir toda esa retahíla sólo me quedaba disponible un carácter de los 140 que se permiten. Me rasco la cabeza mientras medito y llego a plantearme que, a lo mejor, no lo he hecho del todo bien, lo que me convence de que es mejor buscar ya temas usados por otros ya que, en buena lógica, a lo mejor no se le ocurre a nadie buscar el mío por muy original que resulte (o precisamente por ser tan original).

Busco entre los existentes, sobre todo entre los que están siendo usados y veo que hay una gran profusión de tuits erotizantes. Estos tíos son capaces de encontrar la vena erótica hasta a un ladrillo de piedra pómez. Erotizan pueblos, apellidos, películas, series, comidas, bebidas, refranes, animales, flores... Se ve que son gentes que se pasan todo el día dándole a la cosa sexual porque se muestran como auténticos expertos en la materia. Otra tendencia es la del día de la semana, que como tema no es muy original pero hay que admitir que entretenido tampoco resulta. Opto por usar un HT que me puede servir para abrirme las puertas a lo grande #JustinBieber del que no tengo ni la más remota idea pero que se ve que es lo más leído del mundo mundial. Con tembloroso pulso escribo "#JustinBieber es una puta mierda" y espero que me respondan.

Mi plan para hacerme popular ha funcionado a medias. He recibido cuatrocientas dieciocho mil menciones pero todas ellas se han dedicado a resaltar mis muchos defectos, acordarse para mal de mi santísima madre, y defecarse hasta en zonas de mi anatomía que he tenido que buscar en Google para saber si eran reales o se las estaban imaginando. Eso sí, mi cuenta de seguidores ha subido portentosamente ya que otros cuatro se han puesto a hacerme follow y uno de ellos hasta me ha felicitado por mi valentía.

Mientras me siguen lloviendo las menciones que insisten en advertirme que la vida es frágil y que la mía puede estar en serio peligro, cierro esto temblando de espanto y rezando para que nadie descubra donde vivo. Esto no va bien. Nada bien.

1 comentario:

  1. Que grande eres coñi, que orgullosa estoy de estar ahí desde el principo y de verte crecer ...shhh suena Gardel de fondo ¿lo oyes? \(#.#)/

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