Día 7: Los lunes tienen un sabor especial
El huevo y yo nos hemos tuiteado brevemente. Hemos llegado a la conclusión de que va siendo hora de entretenernos de qué va esto. Comienzo por un videotutorial que he encontrado en Youtube (bueno hay como chorrocientos pero he cogido el primero que será, sin duda, el de más interés). En él, una voz de un muchachote de las Américas explica un montón de términos relacionados con Tuitwer (en el tutorial este no explica cómo se escribe, como puede verse). Algunos me suenan y me centro en esos sobre todo, que no andamos para embrollarme más la cabeza, y por más que espero durante los cuarenta y tres minutos que dura el vídeo de marras no me descubre grandes secretos de cómo triunfar aquí. A lo mejor es preferible sentarme a leer un poco lo que ponen los demás.
Empiezo a desplegar los tuits de otros usuarios y me llega una gran cantidad de información acerca de que es lunes, de que los lunes son una mierda, de que madrugar en lunes es lo peor, de que tener que trabajar los lunes es peor que madrugar un lunes, de que madrugar un lunes para ir a trabajar es la antesala del infierno y de que el café de un lunes cuando madrugas para ir a trabajar es como si te despellejaran lenta y dolorosamente. De todo ello concluyo que los lunes no caen demasiado bien entre la comunidad de los tuiteros pero, eso sí, han de dejarlo patente no sea que alguien piense que les gusta y lo bloqueen o algo.
Trescientos veinte mensajes después de quejarse de una forma u otra sobre los lunes, alguno se arriesga a avanzar un poco y hablar de cosas. Es difícil precisar de qué porque aquí cada uno va a su bola y, por lo que se ve, suelta lo que se le viene a la cabeza, salvo en el tema de los lunes que todos van en una única dirección, todo hay que decirlo.
Me entero de algunas cosas curiosas como, por ejemplo, que hay un tal paco (desconozco su cuenta pero ya la averiguaré, ya) que tiene cierta obsesión con practicar sexo anal pero que no lo consigue por más tretas y argucias que emplee. Tengo la sensación de que, después de "putos lunes", la frase que más he leído es "Por el culo no, Paco". Siento penilla por él, la verdad, tanto esfuerzo para acabar siempre en el mismo callejón sin salida (bueno, en este caso sin entrada).
También hay gente que habla de lo mal que lo hace el gobierno, de lo jodida que está la cosa y similar. Estos no han leído al Marhuenda ni al Ussía que me recomendara mi cuñao y, por la gracia y agudeza que escriben, tampoco veo yo que les haga maldita la falta.
Otro tuitero que parece importante (que buscaré) es un tal Montoya al que le han matado al padre y que se vengará de ello (bueno, no sé si de eso o del apellido y sus correspondientes rimas, que la gente es muy puñetera con estas cosas).
Abundan también los aspirantes a superhéroes, aunque a mí me da que mucho superpoder no es que tengan pero resultan graciosos y todo. También hay mucho escritor pero deben ser de culto porque catorce que he buscado en la Casa del Libro no me aparecen siquiera y eso que, la mayoría, parecen ser de gran utilidad práctica ("Cómo abofetear con la mano abierta a quien es feliz un lunes" es una buena prueba de ello). Además he visto que esta gente domina el inglés con una soltura envidiable. Da gusto cómo forman frases así, sin despeinarse, aunque no recuerdo que en mi curso de CCC me dijeran nada parecido. Evidentemente tienen un nivel que me supera.
Tras cinco horitas tontas leyendo me doy cuenta de que necesitaré un mapa o algo para orientarme por aquí y saber de qué diantres habla esta gente. Por lo pronto, me conformaré con saber que los lunes son el mal, que no tengo ni zorra idea de inglés (de ahí que la terminología aborigen de esto me venga grande), que espero que el tal Montoya no me confunda y se vengue conmigo y que, en el fondo, a mí Paco me cae simpático.
Otro día seguiré leyendo para aprender más. Hoy lanzo mi tuit con la intención de integrarme: "Buenas tardes, puto lunes y ánimo, Paco".
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